Si tienes clientes en los Estados Unidos y algunos se han vuelto deudores morosos, es hora de que sepa de qué tratan los caminos que usted puede seguir: la cobranza judicial y extrajudicial.

Mientras que una vía es extrajudicial, es decir, fuera de la Corte y depende de la voluntad de las partes para dar buenos resultados, la otra sí depende de la decisión de un Juez y de los tribunales del sistema de justicia de EE. UU. para constreñir al deudor o saldar la deuda por cobrar de la que usted es dueño, debido a que le envió mercancía o le prestó un servicio desde cualquier país de Latinoamérica.

Cobranza judicial y extrajudicial

 

Para empezar, la cobranza judicial es aquél procedimiento establecido por las normativas legales vigentes, llevado a cabo en aras de proteger el patrimonio de un acreedor al cual no se le ha cancelado una deuda en el plazo establecido para el pago de la misma. Se hace ante la Corte correspondiente y requiere de la formalidad de otros procedimientos jurídicos, para de esa forma garantizar el debido proceso a quien es acusado como deudor. Normalmente, esta vía se utiliza cuando la cobranza extrajudicial (que definiremos a continuación) no da los frutos esperados.

Ahora bien, la cobranza extrajudicial es aquella donde el acreedor solicita los servicios de un abogado de cobros para que ejerza presión, hasta el punto que la ley lo permita, y aplique estrategias que permitan que dicho acreedor y beneficiario de la deuda pueda disfrutar con la mayor antelación posible de lo que se le debe por derecho, sin necesidad de acudir ante un Juez.

Forma de usar la cobranza judicial

 

Si usted amerita tramitar la cobranza judicial a un deudor en los Estados Unidos de América, le resultará imperativo contar con la asistencia de un abogado con experiencia en el cobro de deudas comerciales y que esté autorizado para defenderlo ante la Corte de la jurisdicción o estado donde se deberá llevar a cabo el caso, que normalmente es donde se ubica el domicilio de su cliente y deudor moroso Estadounidense.

Asimismo, se recomienda que:

•Tenga asesorías en línea con su abogado de cobros.

•Consiga cualquier documento, prueba u objeto que sirva como evidencia para demostrar la existencia de la deuda. Digitalice y comparta toda la información con su abogado.

•Esté atento al proceso legal que inicia con la interposición de la demanda por cobro de deuda y recuperación de dinero.

•Confíe en su abogado y recuerde haber elegido a uno con experiencia en este tipo de casos.

•Aguarde hasta la decisión o sentencia definitiva del Juez y cuando el deudor esté listo para pagar, comparta la información necesaria con su abogado de cobranzas para que le haga llegar el dinero que le corresponde hasta sus manos, sin importar el país de Latinoamérica en el que se encuentre.

Si la cobranza es extrajudicial

 

Inicie también buscando a un abogado. Contar con la asesoría de un abogado experto en recuperación de dinero es vital porque aunque no se acude a un tribunal, en estos procesos es fácil cometer errores y violar la ley cuando la desesperación por cobrar la deuda lo invade a usted, siendo el acreedor de la misma, posiblemente a raíz de ejercer demasiada presión sobre el deudor.

En ese sentido, espere hasta que su abogado busque al deudor en cualquier parte que se encuentre; el abogado le demostrará que en efecto es el deudor, conciliará con él y propondrá un compromiso de pago y/o formas de pago actuando ferozmente, pero apegado a la ley de manera que el deudor entienda que su mejor opción es pagar en ese momento y evitar ir a un desgastante juicio donde podría terminar pagando más de lo que ya debe.

 

¿A cuáles deudores aplica cuál tipo de cobranza?

 

Si estás en la piel del acreedor que está buscando desesperadamente que se le pague lo adeudado, debes examinar con cuidado las características del deudor. Mencionamos lo anterior porque no se puede aspirar a que un deudor del cual sabemos que no cuenta con nada de valor bajo su dominio, llegue de la noche a la mañana a saldar la deuda que adquirió hace mucho tiempo.

Podríamos hacer la siguiente observación: la cobranza extrajudicial debería ser la primera opción a considerar en todo momento, sin importar la condición económica del deudor, ya que es mucho más rápida, y sobretodo, menos costosa. La cobranza judicial debería ser considerada como opción solo cuando se tiene la certeza de que se obtendrá lo adeudado y que a partir de ahí la misma deuda cubrirá las costas y aranceles procesales.

Como hemos señalado en párrafos anteriores, siempre es recomendable ejercer la cobranza en primera instancia de una forma extrajudicial. Evidentemente, usted como dueño de la deuda nunca querrá perder dinero ni tiempo, pero ya cuando se enfrenta a una situación de este tipo, la amabilidad y cortesía con el deudor pueden desembocar en el pago parcial o total de la deuda, dependiendo de la eficiencia que se tenga al momento de practicar las estrategias de cobranza.

Así tenemos que al momento de ejecutar una cobranza extrajudicial, se deben manejar las diversas opciones de negociación con los deudores, sabiendo además qué características tiene cada uno en caso de que sean varios los que deban algo a lo que representamos. La experiencia nos señala que la presentación de nuevos planes de pago puede resultar muy efectiva ante cada situación por distinta que sea, por lo que debería ser la carta bajo la manga para la obtención de lo que se busca.

Ventajas y desventajas de cada una

 

La cobranza extrajudicial es más práctica que la cobranza judicial, más económica, mucho más amistosa y pone un ambiente menos tenso. Esto también puede resultar una desventaja, ya que en muchas ocasiones al no sentir la presión de un tribunal y un Juez ‘persiguiéndolo’, el deudor puede sentir que no hay suficiente sentido de urgencia en el cobro de la deuda.

En cambio, la cobranza judicial es más costosa, no solo en el pago de representación sino también en los gastos de los tribunales, pero tiene la ventaja de que los abogados de cobros se manejan mucho mejor en el ambiente jurídico y existe la presión de parte de la autoridad judicial, y en el caso de que el fallo sea favorable al dueño de la deuda, la misma será pagada o se procederá al embargo de las propiedades y cuentas bancarias del deudor en suelo estadounidense.

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