Las deudas de una empresa se van generando todos los días y eso no es necesariamente algo negativo, ya que significa que su operatividad está en desarrollo, sin embargo, tener muchas deudas por pagar casi siempre es una situación en la que ningún comprador estadounidense quiere verse.

De igual forma, un productor de algodón, uvas, aguacate, carnes, plátanos, flores o café de algún país como México, Colombia, Ecuador, Guatemala, Perú o Panamá, por poner un ejemplo, tampoco sería muy feliz si tiene demasiadas deudas por cobrar a clientes en EE. UU., por lo que las deudas de una empresa es mejor mantenerlas en el mínimo posible, independientemente de si usted es el dueño de la deuda o el deudor, si es quien vende o quien compra.

No obstante, aprender a lidiar con las deudas estando en ambas caras de la moneda es algo que toda compañía y empresario debe desarrollar, para así mantener amplias relaciones comerciales en distintos mercados y de esa manera hacer crecer la compañía que se tenga bajo mando.

Deudas de una empresa: ¿Yo como acreedor soy su prioridad?

 

Hay algo que debemos entender y es que no todas las deudas son iguales, por ende aunque sueno un poco fuerte, no todas tienen la misma importancia para el deudor en cuanto a prioridad. Por eso aunque pertenezca a otra temática debemos saber en caso de que seamos proveedores a quién le estamos ofreciendo nuestros servicios, qué nivel de liquidez tienen y qué lugar en cuanto a la importancia ocuparemos nosotros entre sus prioridades,

Ahora bien, puede ocurrir que uno de sus deudores americanos enfrente una crisis financiera de tal nivel que lo llevó al procedimiento del concurso de acreedores donde se establecen garantías para que aquellas entidades que tenían una deuda a su favor puedan cobrarla, aún en la situación desfavorable que enfrenta ese deudor. Las leyes establecen que exista un orden de prelación que determinará cuáles son las compañías o personas naturales que irán cobrando lo que se les debe mediante la jerarquía que establezca la norma.

Es por ello que al momento de iniciar una relación comercial con una empresa, debe asesorarse muy bien con su abogado de cobranzas, quien debe ser bastante experimentado en ese tipo de procesos, para que de esa manera establezcan garantías que en caso de que tu cliente llegue a esta situación, le coloquen en una posición favorable al momento del concurso de acreedores. Sí, es una razón más para tener a un abogado de cobros en Estados Unidos dentro de su lista de contactos.

Tipos de deudas de una empresa

 

Las compañías enfrentan distintos tipos de deudas en su día a día y creemos que es importante que sepas cuáles son algunas de ellas.

En primer lugar, encontramos aquellas deudas que deben aceptarse para poder contribuir al crecimiento de la compañía, esas son las deudas que podemos obtener mediante un crédito comercial (entiéndase como tal, las ventas a crédito) que garantice un servicio que pueda pagarse a posteriori, o los préstamos que pueda dar un banco en vísperas de realizar una inversión futura.

También tenemos las deudas inherentes a la compañía que son el pago de nómina de los empleados, ya que si evidentemente se quiere tener trabajadores, una empresa claramente debe garantizar el salario de los mismos.

Por último, existen las deudas fiscales que son aquellas que se tienen con el Estado de acuerdo a la actividad económica que desempeñe su compañía. Estas no pueden omitirse bajo ninguna circunstancia, ya que entrar en deuda en este aspecto puede significar multas importantes, e incluso, suspensión temporal o definitiva de la empresa.

Si mi cliente es empresa y yo soy persona, ¿cuánto chance tengo de recuperar mi deuda?

 

Establecer relaciones comerciales con una empresa siempre será mejor que hacerlo con particulares, ya que hay mayores garantías de seguridad en caso de incumplimiento. Las oportunidades de recuperar su deuda depende de la responsabilidad de la empresa en cuestión, y de si lo hace en el momento pactado. Si eso no se cumple, ya luego dependerá bastante de cómo usted actúe o se mueva con su abogado de cobros y de cuánta evidencia tenga para probar que existe una deuda y un incumplimiento, es decir, que las chances estarán en la medida que puedas demostrarlo y la rapidez con que lo haga, principalmente.

Deudas de una empresa americana, bancarrota y acreedores de Latinoamérica

 

Si el deudor es de los Estados Unidos, debes saber que hay infinidad de normas en los estados pertenecientes a dicho país para que los consumidores no sufran abusos y acoso en virtud del cobro de una deuda.

Además, hay exigencias de licencias para aquellas personas jurídicas que desempeñan las funciones de cobranza, por lo que si tienes intenciones de hacer un negocio con un cliente norteamericano, debes estar atento a esos detalles.

Asimismo, hay compañías que amparándose en la figura de la bancarrota, utilizan esa calificación a su favor y suele ser un rompedor de cabezas para personas y empresas en Latinoamérica que necesitan recuperar su dinero frente a una empresa americana declarada de esa forma. Manténgase siempre asesorado si está fuera de los EE. UU., porque sí, esas malas prácticas y deshonestos trucos de deudores suelen ser comunes.

¿Cómo prescriben las deudas de una empresa?

 

Las deudas por cobrar en Estados Unidos tienen un período de prescripción que generalmente va de los 3 a los 6 años dependiendo de las leyes de las diferentes jurisdicciones o estado que hay en esa nación, de acuerdo a la Oficina de Protección Financiera del Consumidor.

Ahora bien, debemos saber que ese lapso de tiempo tiene su alternativa legal de que se vea comenzado desde cero de acuerdo al seguimiento que se le vaya dando a la deuda.

Y es que al momento de enviar una notificación de cobro, un burofax o simplemente empezar un procedimiento en la vía judicial o extrajudicial, provocan que la deuda empiece a correr en el tiempo de prescripción desde el día cero, por lo que si una deuda llega a ese nivel es porque las personas interesadas no le dieron la importancia suficiente.

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