Venderle a compañías o personas en los Estados Unidos implica gestionar una cobranza que puede contener una o ambos tipos de deudas: deuda buena y deuda mala.

El dar algo en deuda (o vender a crédito) puede significar una decisión trascendental para quien no esté sumergido en este mercado. Esto es algo que marcará la economía de las personas involucradas, sin importar que sea usted un vendedor ubicado en América Latina y su comprador esté en Estados Unidos.

Los expertos en el área financiera aseveran que existen deudas malas y deudas buenas, y eso es lo que intentaremos descubrir, ya que de acuerdo a la experiencia de cada quien y según los beneficios o pérdidas que las personas puedan recibir al momento de una operación de este tipo, nos darán los lineamientos para entender cuándo una deuda es buena y cuándo no lo es.

Características de la Deuda Buena y la Deuda Mala

La deuda buena, en pocas palabras, es aquella de la cual se obtiene un beneficios, incluso aún después de haber cancelado la misma. Consiste en aquellos endeudamientos que ayudan a aumentar su patrimonio y/o el patrimonio de su empresa sin sumar pérdidas, o que dejan tal cantidad de conocimiento para que luego usted sea más productivo y genere mayor rentabilidad y liquidez con eso que aprendió.

En el caso de la deuda buena, podemos mencionar algunos ejemplos:

• Usted como vendedor, brinda un servicio o le exporta una razonable cantidad de mercancía a un cliente confiable de los Estados Unidos.

• Usted  como vendedor, brinda un servicio o le exporta una cantidad mínima de mercancía a un cliente de Estados Unidos del que tiene buenas referencias, pero que aún no conoce bien.

Estos ejemplos no suponen mayores riesgos para su empresa de alimentos, ropa o cualquier otro rubro al que se dedique desde un país ubicado en Latinoamérica, como puede ser Argentina, Colombia, México o Costa Rica, por ejemplo.

Por otro lado, tenemos que la deuda mala es aquella donde su estabilidad financiera se ve totalmente perjudicada por ese dinero adeudado.

Por ejemplo:

• Usted como vendedor, brinda un gran servicio o le exporta una gran cantidad de mercancía a un cliente de EE. UU que anteriormente le ha incumplido, del cual no tiene buenas o ninguna referencia y que de no pagar, usted se vería en aprietos económicos.

• Usted como vendedor, establece un contrato con un cliente estadounidense en el que se pone en una posición de desventaja, como cuando las formas de pagos, los plazos de pago, la tasa de  interés o la garantía no le benefician o se traducen en complejidades para usted como empresario latino que exporta a dicha nación americana.

¿Cuándo exigir una Deuda Buena o una Deuda Mala?

Se puede decir que la deuda buena, la bien establecida y beneficiosa para usted, debe exigirse en el plazo indicado al momento del comercio. En cambio, en cuanto a la deuda mala, lo aconsejable es iniciar la recuperación de su dinero lo antes posible, apenas se dé cuenta de que el comprador o cliente no tiene intenciones de pagar la deuda.

Infinidad de personas se ven involucradas en una mala deuda por los malos manejos que le han dado a su dinero en otras ocasiones, lo que provoca que esa vida pasada les deje como consecuencias grandes pérdidas de dinero y llevándolos a tomar decisiones de adquirir nuevas deudas para cancelar deudas pasadas, como un círculo vicioso. Llevar vidas no acordes a lo que se ingresa o intentar negocios que no van con la capacidad de la compañía latinoamericana que usted dirige, termina en malos endeudamientos.

Por otro lado, cuando la deuda es buena, es porque se ha hecho un estudio de mercado y de las capacidades económicas, las cuales dejan como conclusión que se puede asumir ese desafío por los buenos réditos que verán y obtendrán en el futuro. Una deuda buena viene dada por la presión o exigencia de un tercero o comprador, viene porque se considera que desde ahí habrá crecimiento.

¿Cómo se paga cada una?

La deuda buena tiene una característica fundamental, genera holgura en el cliente que asume ese desafío, ya que no provoca un cambio drástico en el acontecer económico de su día a día. Los plazos de estas suelen ser amplios y cómodos, además de que no tienen intereses drásticos que pudieran aumentar aún más el monto total.

En cambio, la deuda mala es todo lo contrario; suelen ser deudas con plazos estrechos, con alta cantidad de intereses y con garantías grotescas o pírricas (dependiendo de si es una deuda mala para el comprador o para el vendedor) en caso de incumplimiento. Estas provocan malestares a quienes la contraen, ya que desmejoran totalmente las finanzas en el momento que deben ser canceladas. Una mala deuda debido al tipo de pago provoca que las personas no tengan rentabilidad ni liquidez.

Ventajas para mí como acreedor

Los acreedores pueden ser las personas más beneficiadas en los casos de deudas malas, ya que no solamente pueden adquirir una mayor cifra de lo que ofrecieron debido a la acumulación de intereses, sino que además si no hay cumplimiento en los plazos establecidos y hubiere una garantía de gran valor, pudieren estar aumentando de forma importante sus prestaciones.

Si no se cae en vicios legales de usura y está todo al día, además de que si cuenta con liquidez al momento de dejar algo en deuda, o sea, usted como vendedor de algún país latinoamericano, puede terminar infinitamente mejor al momento en el cual se le canceló de manera completa su deuda comercial que al momento en el cual se celebró el inicio de la misma.

¿Qué pasa si tengo ambas con un solo cliente?

Puede ocurrir que una persona adquiera más de una deuda con un mismo acreedor, siendo estas totalmente distintas entre sí en cuanto a plazos, intereses y monto en cuestión. En pocas palabras, un cliente puede tener deudas buenas y malas a la vez con la misma persona.

Hay una figura jurídica que habla de la reunificación de las deudas, consistiendo esta en resumir todas las deudas que se tengan ante el acreedor en una sola, generando esto un nuevo préstamos que llevará a que se pague ahora en plazos únicos con nuevos intereses. Esta propuesta tiene sus pros y sus contras, pero a su vez puede se runa salida que de mayores facilidades al deudor y que genere la seguridad al acreedor de que su dinero llegará aunque sea en un plazo aún mayor que antes.

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